jueves, 25 de octubre de 2012

7.9 (D) "Things have changed"

No tiene quizá el carisma de Bono, no es tan atento como Roger Waters o ni siquiera es la décima parte de lo adorable que puede ser McCartney con el público. De hecho, Bob Dylan llega, canta y se va (no sin antes presentar a la banda que le acompaña en la única vez de todo el concierto en que de alguna manera "habla" con el respetable).
En el acto previo, Mark Knopfler fue todo lo contrario, en su set de 50 minutos en algunas ocasiones se dirigió al público de un Sports Arena de San Diego que no se llenó (al menos en su parte superior), una buena banda con algunos músicos de extraordinario nivel.
Cuando llegó Bob Dylan lo único que apareció fue la música por 90 minutos ininterrumpidos. Dylan tocó en mayor proporción el piano y en momentos aprovechó para tocar su inconfundible armónica. Se da el lujo de cambiar arreglos y letras, y aunque su voz ya no es lo que solía ser, el señor sigue siendo una leyenda viviente de la música a pesar de que "las cosas [incluido el mundo] han cambiado".

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