lunes, 4 de abril de 2011

5.4 (O) ... un año después, sigue saliendo sol.

Es curioso que hoy 4 de abril todo mundo recordó exactamente donde se encontraba al momento del terremoto de 7.2° Richter que sacudió a Mexicali hace un año... quizá mi anécdota no es la más amena, pero recuerdo que me disponía a lavar los trastes después de comer (un hecho inusitado en domingo por la tarde) y creo que desde entonces dejé de realizar tal práctica doméstica... escuché muchas historias desde entonces: alguien que estaba haciendo un alto en el Río Nuevo y no apreciaba con certeza la magnitud del sismo, otro que estaba cerca del baño (y entró ahí por considerarlo el lugar más seguro de su departamento), unos más que en Calexico sentían que el canal "Todo Americano" se les "desbordaba" hacia la Calle Grant y muchas experiencias más que por varios meses sirvieron para romper el hielo en toda reunión social mexicalense...

Ha sido un año difícil, hoy vemos una ciudad muy dolida por las fuerzas de la naturaleza, la tristeza de ver severamente dañados algunos íconos del Mexicali de antaño o bien algunos edificios no tan antiguos o significativos pero que siguen siendo una ruina cuando tal vez debieran dar oportunidad a nuevas propuestas de diseño en vez de seguir viviendo la agonía extrema ante la falta de recursos suficientes para rehabilitarlos. Y aunque no conozco a detalle la situación del Valle de Mexicali, es claro que ahí el drama se ha prolongado demasiado desde el fatídico sismo y la recuperación ha sido paradójicamente más lenta a pesar de que esas localidades tengan menor población que la cabecera municipal.

Hoy a un año del "7.2°", como me lo comentó un gran amigo, lo menos ha sido un día "intenso" , no solamente por los simulacros (que por cierto platicando con unos colegas coincidimos en que deberían ser "sorpresa", ya que al momento del siniestro no habrá tiempo de hacer todo lo que se pide ordenadamente "entre silbatos y chicharras"); la memoria del terremoto más grande que los mexicalenses habremos vivido para lo que queda de nuestras vidas nos impacta de muchas maneras en nuestra vida cotidiana... pero igual este es el lugar que hemos elegido para vivir y no descansaremos más que en el momento de la despedida final, por lo que es momento de dejar los recuerdos en su justa dimensión, entender lo que se llevó el desastre y emprender el camino a la reconstrucción de nuestra ciudad, no solo piedra por piedra sino persona por persona...

Por los que se quedan y los que se van... al final del día Mexicali sigue siendo nuestra casa y mañana 5 de abril, como fue hoy en el 4, ya sea a las 5:30 o 6 de la mañana, cuando menos lo esperemos, todos veremos [como alguien canta por ahí] que nuevamente "sale el sol".

[JA] ¶ r

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