Octubre es un gran mes para
recordar las grandes hazañas deportivas. Béisbol en las últimas instancias,
básquetbol iniciando, NFL tomando vuelo y futbol mundial en plena temporada.
Los Doyers
de Los Ángeles llegaron a la Serie Final del MLB después de 29 años y solo
queda la duda de saber si sus rivales serán de la hermana república de Cuerva York o el no tan mediático Jiuston (beisbolísticamente hablando).
En lo que se define el oponente de los azules que se presentará el próximo
martes en Dodgertown, hago un breve
ejercicio de memoria de algunas series finales memorables, ejemplos de grandes
luchas por campeonatos, a veces con agradables sorpresas y en otras ganando los
mismos de siempre... a fin de cuentas es solo un juego.
1989 Oakland 4-0 SF Giants. No recuerdo mucho las hazañas de
Hershiser en ‘88 domando a los de Oakland, pero al siguiente año me queda más
clara la memoria de cómo regresaron esos Atléticos buscando quién se las pagara
y barrieron a los SF Giants (que regresaban a la serie final después de tres
décadas de ausencia). La “Serie de la Bahía” tuvo antes de su tercer juego un
fuerte terremoto que aplazó los juegos 3 y 4, recordándonos que cuando ocurren
estas situaciones, el deporte pasa a segundo término.
1998 NY Yankees 4-0 San Diego.
Los eternos Yankees iniciaron el primero de tres títulos seguidos barriendo a
los sorprendentes Padres en el año que todo San Diego soñaba con tocar la
gloria de un campeonato para simplemente caer en la realidad de conformarse con
ser invitados a la fiesta particular de los bombarderos del Bronx. Conteos de
bolas y strikes dudosos, jonrones oportunos y Mariano Rivera sacando los ceros
cuando se necesitaba fueron suficientes para consolidar el segundo de cuatro
campeonatos de los Yankees en el último lustro del siglo XX.
1993 Toronto 4-2 Filadelfia. La segunda de las dos únicas “series
mundiales” de la MLB enfrentó a Toronto vs Filadelfia donde el entonces Sky
Dome fue testigo de aquel tablazo de Joe Carter en la novena entrada para dejar
tendidos a Mitch Williams y los Phillies para ganar la serie, siendo la última
vez que hubo presencia canadiense significativa en los playoffs. Después vino
la huelga, desaparecieron los Expos y estos Blue Jays se dedicaron a vivir de sus rentas de ese memorable
bicampeonato del ‘92 y ‘93.
2004 Boston 4-0 San Luis.
Los Red Sox vencieron sus maldiciones y regresaron del más allá, literalmente,
siendo realmente lo espectacular el ALCS del cual lo relevante es que podemos
decir que vimos a un equipo levantarse de un 0-3 y no contra cualquiera, sino
ante sus acérrimos rivales (NY Yankees). Antes de esa temporada siempre se
recurría a la estadística “nunca ha habido regresos de 3-0 en contra” pero
llegó el Boston y reescribió la historia. Después de tal proeza, la final final
ante los Cardenales fue mero trámite.
2002 Anaheim 4-3 SF Giants. Otro adorable perdedor que le echaba
los kilos, que hasta películas tenía donde ahí sí ganaba con ayuda divina, fue
el que irónicamente obtuvo su primer campeonato con un mánager identificado
como “leyenda Dodger”: Los Anaheim Angels (los “angelitos” dijera Toño de Valdés).
Los vecinos de Mickey Mouse tuvieron que llegar hasta el juego siete para
derrotar a Bonds y compañía, en una batalla de comodínes donde al final el
estilo de los dirigidos por Scioscia logró que el título se quedara en SoCal frustrando otro intento de los
Gigantes por ganar un campeonato desde que se mudaron a la costa oeste.
2001 Arizona 4-3 NY Yankees.
Los Diamondbacks vencieron a los Yankees en el más improbable séptimo juego del
nuevo siglo: Victorias holgadas en Phoenix, derrotas dramáticas en el Bronx,
otra paliza en juego 6 para empatar y un relevo de lujo con Randy Johnson para
concluir lo iniciado por Curt Schilling en el partido definitivo donde el gran
Mariano Rivera demostró que también es humano al conceder un sencillo a Luis
Gonzalez para empujar la carrera del campeonato luego de un cierre de partido
donde los espíritus de Ruth y Dimaggio parecían apoderarse del Bank One
Ballpark y congelar el desierto. Sin embargo, los D’Backs supieron resolver el
enigma para vencer el peso histórico de sus oponentes en la primer serie final
que se extendió hasta el mes de noviembre.
2016 Chicago Cubs 4-3 Cleveland. Los Cubs rompieron la racha más
larga de la historia sin campeonatos para escenificar la redención de las
huestes del Wrigley Field, ese campo de los sueños de los hasta entonces
adorables y salados perdedores que remontaron un 1-3 ante los Indios (clásicos
perdedores del joven circuito) para darle alegría a varias generaciones
(incluyendo millones en el más allá) y hacer historia en la época del face y el twitter. Si ya habíamos visto al Boston y al White Sox campeones en
la primer década del siglo XXI, la segunda década agregó más historia con los
SF Giants (que ganaban en años pares: 2010, 2012, 2014) hasta que los Cubs dijeron en la serie divisional de
2016: “Excuse us: History in the making”.
#ThisTeam El equipo de Los Ángeles en 2017 parece
estar en camino a llevarse todos los honores, y por la Liga Americana habrá un
histórico de siempre (NY Yankees y toda su mística y tradición ganadora) o un
histórico nuevo (Astros sería el primero en llegar a la final habiendo jugado por
las dos ligas). El cierre de octubre será intenso y quizá en unos 5 o 10 años
veremos si el clásico de otoño de 2017 es anécdota, estadística o historia
pura.